Aquellos procesos de negociación que suelen darse en condiciones de desigualdad, debido a la gran diferencia entre las partes involucradas respecto al tamaño, posición, capacidad, prestigio, etc. no siempre se llevan a cabo con estilo distributivo, si bien están aquellos que cuentan con mayores ventajas y pueden aprovechar la circunstancia para imponer la mayoría de los puntos a su favor, esto no siempre es bueno y exitoso, pues la contraparte puede dar señales de rechazo y no llegar a un acuerdo, siendo en algunos casos, un riesgo para ambas partes que iniciaron un proceso de negociación porque necesitan algo del otro.
Recordemos que, aquel que cuente con más alternativas tiene más posibilidades